La concha es uno de los iconos más representativos del Camino de Santiago, sus orígenes siguen siendo inciertos debido a la cantidad de historias y leyendas que la relacionan con la cultura de las romerías.
Desde hace mucho tiempo ha sido una de las imágenes representativas de la peregrinación hasta la Catedral de Santiago. Desde tiempos remotos era el símbolo que acreditaba que los peregrinos habían completado su recorrido por el Camino para rendir tributo al Santo Apóstol.
¿Cómo se originó el reconocimiento a la Vieira de Santiago?
Los orígenes de su uso se remontan a las primeras peregrinaciones por la ruta jacobea, al obtener el documento que acreditaba la culminación de la peregrinación se le otorgaba una viera que era colgada en el sombrero o en la túnica.
¿Que representa la Concha del Peregrino?
Mucho más que un reconocimiento, se le consideraba un tributo al apóstol por parte del peregrino, por las bendiciones otorgadas durante su trayecto hasta el santo sepulcro. El papa Benedicto XVI reconoció la importancia de este emblema, incluyéndola en el escudo papal.
Significados de la Concha de Santiago
Hoy en día es el símbolo que mejor refleja el espíritu de la peregrinación hasta la ciudad de Santiago, tanto es la importancia que varios de los tramos en las diferentes rutas jacobeas están señaladas con una viera representativa.
A esta se le relaciona estrechamente con la forma de la huella de una Oca, como señal de un proceso de iniciación. Esto se motiva porque el mismo Camino de Santiago es conocido como “el camino interior” que nos llevará al encuentra con Dios, o con nosotros mismos, en superación a las ataduras a los bienes materiales.
¿Cuál es la leyenda más contada sobre esta viera?
Entre las historias que giran en torno al origen del uso de la Concha de Santiago como ícono entre los peregrinos jacobeos, la más conocida está ambientada en Vigo. Remontándose a la llegada de los discípulos del apóstol Santiago a tierras Gallegas.
Al llegar a las costas de Vigo presenciaron la celebración de una boda local, donde fueron incluidos. Entre las actividades típicas, estaba el juego de atajar una lanza en el aire mientras se montaba a caballo.
Después ocurrió el milagro
Al llegar el turno del novio, el mismo fue en búsqueda de la lanza, pero por mala fortuna cayó al mar con pocas posibilidades de sobrevivir. Al poco tiempo, la misma balsa que trasladó los restos del apóstol emerge de las profundidades, mostrando a un novio vivo y a su caballo cubiertos de vieiras.
Esta historia fue uno de los orígenes más conocidos y populares de la tradicional viera de Santiago.