Entre los elementos que activan el interés de las personas para hacerse peregrinos de la ruta jacobea se encuentra la riqueza de mitos y leyendas que giran en torno al Camino de Santiago.
La mayoría de estas historias van de la mano con la tradición oral entre las personas que hacen vida en las localidades y en consecuencia, son escuchadas también por los peregrinos que hacen la ruta. Muchas de estas leyendas están recopiladas en el Códice Calixtino, sobre todo la que rememoramos a continuación.
El Asno del Apóstol: Una historia con origen en Pamplona
Una familia que hacía la peregrinación a la Catedral de Santiago proveniente de Francia decidió pasar la noche en la capital navarra para descansar. La estadía de la familia se extendió porque la esposa cayó víctima de una enfermedad.
Pasado el tiempo, la esposa falleció convirtiendo la alegre peregrinación en una tragedia para la familia. Tras cumplir los respetos a la difunta esposa, la familia decidió seguir su camino, solo era el esposo con sus dos hijas.
El reclamo del hostalero
Teniendo todo listo para el viaje, el dueño del refugio reclamó al esposo el largo tiempo que se quedaron pidiendo una alta cantidad de dinero, del cual no disponía. Como medio de agradecimiento, el hombre le ofreció el asno como pago.
El regalo del anciano
Ya saliendo de Pamplona, encontraron un lugar para rezar y pedir a Santiago continuar con suerte su Camino. A poco tiempo, aparece un apacible anciano que tras escuchar y hablar con la familia les obsequia un pollino, pudiendo ahora seguir su Camino hasta la ciudad de Santiago cómodamente.
Al llegar a la santa ciudad, el peregrino tiene una visión con el apóstol donde le revela que él era el anciano que le facilitó el pollino para su viaje en las afueras de Pamplona.
El mensaje del Apóstol
A su regreso de la ciudad de Santiago, la familia pasa por el hostal donde se habían quedado durante el fallecimiento de su esposa. Al preguntar por el hostalero descubren que el pobre hombre había muerte a causa de un accidente.
La gente del hostal acreditó lo sucedido como castigo divino por la conducta que tomó el hostelero ante los peregrinos, impulsada por su falta de caridad hacia la situación por la que pasó la familia.
Es una leyenda que hace enfoque en la solidaridad de los peregrinos y la gratitud por parte de los mismos. La humildad y la buena disposición son claves para vivir de lleno la experiencia que provee el Camino de Santiago.